Mala temporada.

A diario ingresan a la ciudad varios micros que traen trabajadores de zonas turísticas. Para la mayoría fue un verano nefasto que dejó pocas ganancias.


LAS TERMAS, Río Hondo (C) Los anhelos de obtener una diferencia económica a más de 1.000 kilómetros de distancia fue siempre una costumbre para cientos de trabajadores rihondeños que todos los veranos van en busca de trabajo a la Costa Atlántica. Aparentemente, el clima de incertidumbre por la crisis financiera internacional tuvo su repercusión en la temporada y en cadena arrojó un receso de trabajo para los obreros termenses.

Según operarios de empresas de transporte de pasajeros, un alto porcentaje de trabajadores regresó a principios y mediados de febrero, dato que revela la merma turística en el segundo mes del año y que obligó a empresarios gastronómicos y hoteleros a prescindir de mano de obra. Al escuchar la opinión de los obreros, la mayoría coincide que el panorama en general de la Costa Atlántica “no fue bueno”, salvo enero donde hubo un poco más de actividad.

Resaltan que “no todos recibieron el sueldo prometido antes de iniciarse la temporada”, y otros, a pesar de cobrar lo acordado con el empresariado, el alquiler y los gastos comunes les restó esa significativa diferencia que producían desde los centros turísticos de la Costa, hace algunos años atrás.

“Antes se veía que la gente traía electrodomésticos o cosas que compraba con sus sueldos, ahora parece que vienen con lo justo. Por lo que escucho no fue una buena temporada, no sé que pasará acá en el invierno”, señaló Mónica Cano, qué tiene un quiosco a metros donde estacionan micros que regresan de Mar del Plata.

Ante la consulta de EL LIBERAL en la terminal de ómnibus, Alejandra, empleada gastronómica que se desempeñó en Pinamar, dijo que varios de sus conocidos regresaron antes del 20 de febrero a raíz de la merma turística en este balneario de amplia recepción de visitantes con poder adquisitivo.

Por su parte, Carlos Córdoba, cocinero termense que trabajó en Villa Gesell, dijo que en algunos casos “los patrones bajaron los sueldos y no pudieron cumplir con lo pautado”. “A mí me cumplieron, pero escuché de amigos que los dueños de hoteles y restaurantes no podían pagar el arreglo económico por el que se comprometieron. En enero Villa Gesell tuvo mucha gente, pero en febrero bajó una enormidad”, expresó.
Hace 20 años que Córdoba se traslada todos los veranos hacia la Costa Atlántica y sin fallarle la memoria, comparó esta situación actual con el verano del 2000, previo a la crisis económica y política que vivió la Argentina en el 2001.
“Una temporada baja, nada que ver con temporadas atrás, la gente tenía miedo de gastar porque el boleto es caro y la estadía, venía por tres días. Ojalá no sea lo mismo en Las Termas esta temporada”, auguró.

Visto en: Diario El Liberal